El París Saint-Germain logró un triunfo muy trabajado frente al Arsenal en el Parque de los Príncipes y selló su pase a la final de la UEFA Champions League. Con goles de Fabián Ruiz y Achraf Hakimi, el conjunto de Luis Enrique revirtió la derrota sufrida en Londres y disputará el título el próximo 31 de mayo en Múnich frente al Inter de Milán. Aunque el equipo parisino tuvo que sufrir en algunos momentos, el plan salió adelante y el sueño europeo vuelve a estar al alcance.
Los franceses habían ganado 1-0 en la ida, pero aún así no se podían confiar. Si bien el comienzo fue complicado por la presión del Arsenal, el PSG encontró la manera de resistir y golpear en los momentos adecuados. Fue un partido intenso, con muchas emociones, y un final con tensión por el gol de Bukayo Saka que hizo temblar al estadio durante los últimos minutos.
Un Inicio Con Dudas, Pero Con Donnarumma Como Garantía
El PSG no arrancó con claridad y por momentos pareció perder el control. El Arsenal salió decidido a llevarse la serie y durante los primeros minutos estuvo cerca de empezar la remontada. Martinelli y Odegaard probaron desde el comienzo, pero se encontraron con un Gianluigi Donnarumma muy seguro bajo los tres palos. El portero italiano fue clave para mantener al equipo en pie en el momento más delicado del encuentro.
En medio de ese arranque complicado, Declan Rice también tuvo una gran oportunidad con un cabezazo que se fue apenas alto. El Arsenal había impuesto su ritmo y presionaba muy arriba, obligando a los locales a rifar el balón. Luis Enrique había decidido no contar con Dembélé en el once inicial, y sin su velocidad, el PSG tardó en encontrar salidas claras.
A pesar de todo, el PSG aguantó el chaparrón. Poco a poco, los franceses empezaron a responder con algunas transiciones rápidas. La mejor llegó en una acción individual de Kvaratskhelia, cuyo potente disparo se estrelló en el poste. Esa jugada marcó un cambio en el tono del partido, y a partir de ahí el equipo empezó a soltarse.
Fabián Abre la Puerta Del Milagro
En un encuentro tan cerrado, cualquier detalle podía marcar diferencia. Y así ocurrió pasada la media hora, cuando una falta cerca del área inglesa terminó en gol. Fabián Ruiz controló con el pecho y remató, encontrando un desvío en un defensor que descolocó al portero David Raya. Fue un gol de oportunismo, que premiaba la mejoría del PSG y encendía al estadio.
Ese tanto permitió al conjunto francés jugar con mayor tranquilidad. El Arsenal intentó reaccionar antes del descanso, pero se encontró con una defensa mucho más ordenada y comprometida. Mikel Merino, del lado inglés, tuvo una chance parecida a la de Fabián, pero su disparo salió desviado. Así, el equipo de Arteta se marchó al vestuario sin poder aprovechar el dominio inicial.
La ventaja parcial era justo premio para el esfuerzo de los de Luis Enrique, que supieron sobrevivir al inicio complicado y luego fueron más eficaces en los metros finales. Sin necesidad de dominar el balón, el PSG sacó provecho de los errores rivales y mostró un carácter que tantas veces se le había reclamado en Europa.
Hakimi Sentencia Una Semifinal Vibrante
Tras el descanso, el partido entró en una fase muy táctica. El PSG ya no quería arriesgar tanto y el Arsenal tuvo que tomar más iniciativa. La entrada de Dembélé le dio aire fresco al ataque local, pero los ingleses seguían buscando a Saka como su principal arma ofensiva. El extremo estuvo cerca del empate con un disparo que fue detenido por Donnarumma con una gran atajada.
Todo cambió en una acción inesperada. Mientras el Arsenal pedía penalti en el área rival tras un córner, el VAR detectó una mano en la jugada previa en el área inglesa. El árbitro señaló el punto de penalti y Vitinha tomó la responsabilidad. Aunque su remate fue detenido por David Raya, el PSG no tardó en ampliar la ventaja. Hakimi, que había iniciado la jugada del penalti, aprovechó un error defensivo y puso el 2-0 con un disparo cruzado.
El estadio celebraba ya el pase a la final cuando Saka apareció para complicarlo todo. Un rebote le favoreció y logró marcar el descuento. Poco después tuvo el empate en sus pies, pero falló a puerta vacía en una de las jugadas más claras del encuentro. Esa acción pudo haber cambiado el destino de la eliminatoria, pero el PSG resistió el último empujón inglés.
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Regreso a la Gran Cita Europea
Con el pitido final, la afición del PSG estalló de alegría. Han pasado cinco años desde su última final en Champions y el equipo lo celebra como un paso importante en su historia. Luis Enrique ha logrado unir a una plantilla con mucho talento, pero también con compromiso y carácter, dos aspectos que marcaron la diferencia ante un rival muy competitivo.
El Arsenal, por su parte, se queda nuevamente a las puertas de una final. El equipo de Mikel Arteta peleó hasta el final, pero la falta de eficacia y algunos errores puntuales le costaron caro. Para los ingleses, este revés será difícil de digerir, pero también deja enseñanzas para el futuro.
El PSG disputará ahora su segunda final en la Champions League, y lo hará con la ambición de levantar por primera vez el trofeo. Múnich espera, y los franceses llegan con la moral en alto y el sueño intacto.
