El fútbol mexicano cambió para siempre el 5 de marzo de 2022. Durante un partido en casa de Querétaro contra Atlas en el Estadio Corregidora, violentos disturbios entre aficionados surgieron en las gradas y se extendieron a la cancha.
Con una notoria falta de la necesaria seguridad en el estadio, se vio a jugadores y aficionados huyendo de los sangrientos y espeluznantes enfrentamientos en uno de los días más oscuros en la historia de la Liga MX. Las autoridades indican que los hechos dejaron a 26 personas heridas, pero eso ha sido cuestionado por fanáticos y medios de comunicación que alegan muertes no confirmadas.
Las Preocupaciones Persisten
Las preocupaciones aún persisten después del primer aniversario de los terribles eventos ocurridos. Aunque la liga respondió días después con amonestaciones que incluyeron una suspensión de un año para todos los fanáticos en los partidos locales de Querétaro, una suspensión de tres años en el estadio para sus grupos de seguidores, un cambio en la propiedad de Querétaro, una suspensión de cinco años para esos propietarios en las actividades de toda la liga y una pausa en toda la liga en todos los grupos de seguidores de la Liga MX que viajan para los partidos fuera de casa, es difícil sentir que se hizo lo suficiente para abordar el problema.
A pesar de que la gran mayoría de los partidos de la Liga MX son seguros para los fanáticos y familias que asisten, la liga generalmente ha sufrido al menos un enfrentamiento significativo por año durante la última década. Los simpatizantes de tipo hooligans, conocidos en México como “barras”, casi siempre están en el centro de estos enfrentamientos, y cuando la Liga MX tuvo la oportunidad de prohibirlos por completo después de los enfrentamientos del año pasado, los funcionarios de la liga optaron por un tirón de orejas.
Si bien ha habido un impulso para registrar a los miembros de los grupos de seguidores y también para preinscribir a los asistentes a los partidos en línea a través de un sistema de «Fan ID» que será obligatorio para la semana 14 o 15, eso no ha detenido los altercados. Por ejemplo, incluso con una sección de aficionados locales vacía en el Estadio BBVA Bancomer el sábado pasado debido a una suspensión de la Liga MX para los “barras” de Monterrey que visitaban un partido fuera de casa, las peleas estallaron durante la victoria por 3-0 sobre FC Juárez. A principios de temporada, también hubo reportes sobre altercados fuera de los estadios durante los encuentros de Atlas vs. Tigres y Toluca vs. León.
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Querétaro quiere los tres puntos. #DePieConQro pic.twitter.com/nht9TO6miQ
— Gallos Blancos (@Club_Queretaro) March 9, 2023
¿Qué Sigue para Querétaro?
En cuanto a Querétaro, una nube oscura se ha cernido sobre la organización que, de manera controvertida, ha mantenido su afiliación con la liga después de no poder reducir la violencia en marzo pasado, a pesar de incrementar la seguridad. Y, sin embargo, el estadio del club, el Estadio Corregidora, pronto podría reabrir sus puertas.
Si, o cuando, Querétaro vuelva a traer aficionados, se sentirá menos como una celebración y más como un recordatorio ansioso y deprimente de los eventos angustiosos que tuvieron lugar el año pasado en el Estadio Corregidora.