Los Rays de Tampa Bay regresaron a casa luego de una buena serie ante los Bravos de Atlanta y no tardaron en demostrar que llegaron con las baterías recargadas. En su primer enfrentamiento divisional del año, se encontraron con unos Medias Rojas que simplemente no pudieron frenar el impulso local. La figura del juego fue el novato Kameron Misner, quien conectó dos cuadrangulares y empujó tres carreras, liderando una ofensiva que no tuvo freno.
La noche también fue especial para el lanzador Shane Baz, que lució dominante en la lomita y le permitió a su equipo jugar con tranquilidad desde temprano. Acompañado por el poder de Yandy Díaz y Junior Caminero, quienes también se volaron la cerca, Baz logró su segunda victoria de la temporada MLB con una actuación sin errores.
Kameron Misner, El Nombre de la Noche
El joven Kameron Misner aprovechó cada turno al bate para dejar claro que tiene poder y temple para destacar en las Grandes Ligas. Su primer jonrón llegó en la segunda entrada, un batazo de dos carreras que puso a los Rays en ventaja de forma cómoda. En la octava, sumó su segundo cuadrangular del partido, cerrando una noche perfecta que incluyó tres hits y una producción clave para el triunfo.
Misner no había conectado cuadrangular desde el Día Inaugural, cuando dio el batazo ganador. Ahora, con esta explosión ofensiva, no solo ayuda a su equipo, sino que también comienza a posicionarse como una pieza de valor para el resto de la campaña. La paciencia y el buen ojo en la caja de bateo fueron parte de su éxito, además de aprovechar los errores de ubicación del pitcheo rival.
Su desempeño no pasó desapercibido ni por los fanáticos ni por el cuerpo técnico, que lo vio desenvolverse con confianza y determinación. En una alineación que tiene nombres establecidos, Misner levantó la mano y pidió más oportunidades.
Baz Domina Desde El Montículo
Mientras el ataque hacía su parte, Shane Baz se encargó de mantener el control del juego desde la lomita. En su tercera apertura del año, el derecho ofreció su mejor actuación hasta ahora: seis entradas lanzadas, dos imparables permitidos, una sola carrera limpia y 11 ponches sin otorgar boletos.
El único daño que recibió vino por parte del novato de Boston, Kristian Campbell, quien le conectó un jonrón solitario en la tercera entrada. Pero eso no sacudió a Baz, que respondió con autoridad y retiró a los siguientes 11 bateadores en fila. Su comando fue impecable, aprovechando su slider y recta para mantener a los Medias Rojas fuera de balance.
Con esta salida, Baz deja su efectividad en 1.42 y suma 27 ponches en apenas 19 entradas lanzadas. Si logra mantener este ritmo, se consolidará como una pieza esencial en la rotación de Tampa Bay.
Una Ofensiva Encendida de Principio a Fin
Desde el primer inning, los Rays salieron con la intención de pegar primero. Yandy Díaz abrió el marcador con su tercer jonrón de la temporada y dio el impulso inicial para lo que sería una ofensiva imparable. En la segunda entrada, llegaron cuatro carreras más, y en la tercera, el equipo desató una tormenta ofensiva con nueve anotaciones.
Fue una entrada en la que prácticamente todos los bateadores contribuyeron. Brandon Lowe impulsó dos con un sencillo, mientras que Jonathan Aranda, Christopher Morel y Junior Caminero también remolcaron carreras en una ráfaga ofensiva que dejó el juego prácticamente resuelto antes de la mitad.
Para la quinta entrada, Caminero extendió su buena racha con un cuadrangular solitario, el tercero en juegos consecutivos. Ya en la octava, Misner puso el broche de oro con su segundo jonrón de la noche, estableciendo el 16-1 definitivo. Seis jugadores terminaron con al menos dos imparables, y cuatro de ellos impulsaron más de una carrera.
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Boston Nunca Encontró Respuesta
Los Medias Rojas simplemente no encontraron la manera de detener a los Rays. Tanner Houck fue castigado desde temprano y solo pudo mantenerse en el montículo por poco más de dos entradas, en las que permitió diez hits y 12 carreras, 11 de ellas limpias. Fue una noche muy complicada para el cuerpo de lanzadores, que tampoco recibió ayuda del bateo.
Más allá del jonrón de Campbell en la tercera entrada, Boston no logró generar peligro real. Solo un corredor alcanzó la segunda base después de esa jugada hasta el noveno episodio. La falta de contacto, sumada a la gran actuación de Baz, dejó a los Medias Rojas sin margen de maniobra durante todo el encuentro.
Por su parte, Tampa Bay terminó con 16 carreras y 16 imparables, una muestra de contundencia que marca un nuevo inicio de energía para este equipo, que vuelve al .500 en la temporada. Fue un juego sin fisuras, tanto en ataque como desde el montículo, en el que el rival nunca tuvo espacio para reaccionar.
Con este resultado, los Rays igualan su récord en la temporada y toman un paso positivo en la pelea dentro de la División Este. Después de una noche tan completa como la del lunes, Tampa Bay buscará mantener la misma energía para asegurar la serie.
