La racha de los Mets en su serie inaugural como locales terminó con un silencio total de los bates. Tras una semana de emociones y victorias, el equipo de Nueva York fue superado por los Marlins de Miami en un encuentro donde el frío y la falta de ofensiva se combinaron para propiciar una derrota por 5-0. Aunque los Mets habían ganado cinco de los seis partidos anteriores en casa, el cierre dejó una sensación amarga al no poder concretar la barrida.
Una Ofensiva Que Nunca Despertó
Desde el inicio del juego, los Mets se vieron apagados en el plato. No fue hasta la sexta entrada que lograron su primer imparable, un sencillo de Francisco Lindor, y apenas sumaron uno más después de eso, cortesía de Pete Alonso al abrir la séptima. En total, la ofensiva neoyorquina se limitó a dos sencillos sin consecuencias reales.
Los problemas al bate no fueron algo nuevo en esta serie, ya que en cuatro de los seis partidos el equipo anotó tres carreras o menos. Esta vez, ni el ánimo ni el abrigo sirvieron para combatir el frío que se vivía en Citi Field, donde el clima pareció congelar también el ritmo ofensivo del equipo.
Varios jugadores clave siguen sin arrancar. Brett Baty se fue en blanco y volvió a escuchar abucheos, mientras que Mark Vientos no ha conseguido encontrar su ritmo. Incluso Juan Soto, pese a embasarse con frecuencia, aún no logra dejar una marca clara en esta temporada.
El Pitcheo Hizo Su Parte, Pero No Fue Suficiente
Tylor Megill volvió a mostrar cosas positivas desde el montículo. Aunque permitió dos carreras sucias, su efectividad sigue destacando con un impresionante 0.63, al no recibir anotaciones limpias por segundo juego seguido. En poco más de cuatro entradas, ponchó a siete y permitió seis imparables. Además, generó 16 swings fallidos, nueve de ellos con su recta.
La primera entrada fue complicada. Megill abrió con ocho bolas seguidas, lo que obligó a una intervención temprana del coach de pitcheo Jeremy Hefner. A partir de ahí, el lanzador logró recuperar el control. A pesar de eso, errores defensivos, como el mal tiro de Baty en la quinta entrada, abrieron la puerta para que los Marlins tomaran ventaja.
El relevo mantuvo el juego cerrado hasta el noveno inning. Edwin Díaz, quien no tuvo su mejor noche, permitió un sencillo productor y un jonrón de dos carreras que sellaron el marcador. Fue un final complicado para un bullpen que había sido fundamental en las recientes victorias del equipo.
Errores Y Decisiones Que Costaron Caro
Uno de los momentos clave del partido se dio en el quinto inning, cuando Baty cometió un error al intentar forzar una jugada en segunda base. El tiro se fue desviado de Lindor, permitiendo que los Marlins anotaran la primera carrera del juego. El siguiente bateador, Matt Mervis, conectó un sencillo que trajo otra anotación sucia al plato.
En declaraciones posteriores, Baty admitió que intentó hacer la jugada correcta, pero que falló en la ejecución. Su confianza no parece haber disminuido, aunque sí reconoció que necesita mejorar su selección de lanzamientos y evitar perseguir pitcheos fuera de la zona.
Además del error defensivo, el equipo dejó pasar las pocas oportunidades que tuvo. Vientos y Alonso recibieron boletos, pero el bateo oportuno nunca llegó. La jugada que pudo marcar un punto de quiebre —el sencillo de Lindor— fue inmediatamente seguida por un doble play de Soto que acabó con cualquier intento de reacción.
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Balance General Y Lo Que Viene
A pesar de la derrota, los Mets cierran una sólida serie en casa con cinco victorias en seis partidos. El equipo se mantiene con marca de 8-4 y ha demostrado tener un cuerpo de lanzadores capaz de mantenerlos en competencia incluso cuando la ofensiva no responde.
El jueves tendrán descanso, lo cual servirá para refrescar ideas y ajustar detalles antes de emprender una nueva serie en la costa oeste. El viernes comenzarán una visita a los Atléticos de Oakland, con Griffin Canning programado como abridor ante JP Sears. Será una buena oportunidad para que los bates se calienten en un clima más favorable y vuelvan a apoyar el sólido trabajo del cuerpo de lanzadores.
Por ahora, los Mets saben que el frío no puede ser excusa. Si quieren mantener su buen arranque y seguir compitiendo en la Nacional, necesitan que sus figuras ofensivas respondan con más regularidad. La temporada apenas comienza, pero los márgenes de error son cada vez más pequeños.