Los Pacers de Indiana dieron un golpe de autoridad en su casa y están a un solo triunfo de asegurar su pase a la final de la Conferencia Este. Con una victoria contundente de 129-109 sobre los Cavaliers de Cleveland, los Pacers no solo se adelantaron 3-1 en la serie, sino que también demostraron que están listos para pelear por todo en estos playoffs.
Un Primer Tiempo Perfecto Para Indiana
El partido arrancó con una intensidad notable por parte de los Pacers, que desde el primer minuto dejaron claro que no iban a permitir sorpresas en casa. En cuestión de minutos, tomaron una ventaja considerable que solo fue creciendo con el paso de los cuartos. Cuando el reloj marcaba el descanso, el marcador ya era un impresionante 80-39 a favor de los locales. Una diferencia de 41 puntos que iguala uno de los mayores márgenes de la historia en una mitad de postemporada.
Este arranque fulminante fue el resultado de un ataque muy bien repartido y una defensa que asfixió a los Cavaliers. Indiana mostró precisión en el tiro, dominó en intensidad, y obligó a Cleveland a cometer error tras error. Mientras los Pacers encestaban con facilidad, los Cavs no encontraban ritmo ni respuestas.
La baja efectividad de Cleveland en tiros de campo (apenas un 25 % en la primera mitad) contrastó con la puntería afinada de Indiana, que anotó 60 % de sus tiros y 66,7 % desde la línea de tres. Esa diferencia abismal en porcentajes se reflejó también en las estadísticas de rebotes, asistencias y pérdidas, todas controladas ampliamente por los locales.
Donovan Mitchell, Otra Baja Clave Para Los Cavaliers
Como si la diferencia en el marcador no fuera suficiente, Cleveland recibió otro golpe durísimo al perder a su jugador estrella, Donovan Mitchell, justo antes de arrancar el tercer cuarto. El escolta, que había anotado 12 puntos en la primera mitad, sufrió una lesión en el tobillo mientras calentaba y no regresó a la cancha.
La ausencia de Mitchell dejó al equipo sin su principal referente ofensivo y emocional. Para una plantilla que ya venía lidiando con otras ausencias importantes, esta lesión fue la gota que colmó el vaso. Sin su líder en la cancha y con una desventaja casi imposible de remontar, los Cavaliers quedaron prácticamente a merced de lo que Indiana quisiera hacer en la segunda mitad.
A pesar de que Darius Garland intentó cargar con el equipo y terminó con 21 puntos, la ofensiva de Cleveland no logró encontrar el camino. Isaac Okoro y el propio Mitchell fueron los únicos otros jugadores con doble dígito en anotaciones. Muy poco para una noche que exigía perfección.
Brillante Actuación Colectiva de Los Pacers
Lo que hace aún más impresionante la victoria de Indiana es que no dependieron de una sola figura. Pascal Siakam lideró la ofensiva con 21 puntos, pero fue acompañado por otros dos jugadores —Myles Turner y Obi Toppin— que también aportaron 20 puntos cada uno. Tyrese Haliburton, aunque discreto en anotación con 11 puntos, contribuyó con 5 rebotes y 5 asistencias, cumpliendo con su rol de facilitador.
Rick Carlisle, técnico de los Pacers, aprovechó la amplia ventaja para rotar a sus jugadores y dar descanso a sus titulares en el último cuarto. Incluso figuras menos habituales como James Johnson vieron minutos y se sumaron a la fiesta ante una afición entregada.
Cabe destacar que Indiana logró este resultado sin contar durante casi todo el partido con Bennedict Mathurin, quien fue expulsado temprano por una falta flagrante. Aun con esa baja, el equipo mostró una profundidad de plantilla que podría ser clave en las próximas rondas.
El Panorama Para Cleveland: Oscuro Y Cuesta Arriba
Con esta derrota, los Cavaliers quedan contra las cuerdas. La historia no está de su lado: de las 293 ocasiones en las que un equipo ha estado abajo 3-1 en una serie de playoffs, solo 13 han logrado remontar. Cleveland fue uno de esos pocos en 2016, cuando con LeBron James al mando logró lo imposible contra los Warriors. Pero esta vez el contexto es muy diferente.
La salud del equipo es un tema preocupante, y la falta de consistencia en su juego los ha condenado. A pesar de haber sido el mejor equipo del Este en la temporada regular, la versión que se ha visto en esta serie es muy inferior. Solo un milagro deportivo los mantendría con vida tras el próximo partido.
El quinto juego se jugará en Cleveland el martes, y los Cavaliers no tienen margen de error. Si pierden, su temporada llegará a su fin. Si ganan, aún tendrán que volver a Indianápolis para un sexto partido que, con lo mostrado hasta ahora, luce muy cuesta arriba.
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Un Paso Del Gran Escenario
Por su parte, los Pacers están a un triunfo de regresar a la final del Este, algo que no logran desde 2014. Este equipo, joven pero talentoso, ha demostrado carácter y profundidad. Con jugadores comprometidos tanto en defensa como en ataque, y una afición que los respalda con fuerza, Indiana se perfila como un rival serio para cualquiera que cruce su camino en la próxima ronda.
Si mantienen el nivel mostrado en este cuarto partido, no solo cerrarán la serie rápidamente, sino que llegarán con impulso y confianza a la próxima etapa. El martes, en Cleveland, tendrán su primera oportunidad de cerrar el trabajo.
¿Será ese el día en que Indiana dé el golpe final? Todo apunta a que sí, pero en los playoffs de la NBA, nada está escrito.