A una semana de que finalice la temporada regular, los Rockets de Houston enviaron un mensaje claro: están listos para pelear en los playoffs. En un duelo muy esperado por la situación de ambos en la tabla, el equipo de Ime Udoka venció 106-96 a unos Warriors que venían encendidos y acumulaban cinco triunfos seguidos. Con esta victoria, los Rockets no solo consolidan su segunda posición en el Oeste, también cortan una racha negativa ante Golden State que se remontaba a 2020.
El partido se jugó con intensidad de postemporada. Ninguno quería ceder, pero Houston mostró más energía y profundidad en los momentos clave. Mientras los de San Francisco no lograron encontrar el ritmo, los texanos se mantuvieron sólidos, liderados por una defensa que sigue marcando la diferencia en su cierre de campaña.
Una Defensa Que No Afloja
Los Rockets no necesitaron un gran festival ofensivo para ganar este partido. Lo hicieron desde la defensa, una característica que les ha permitido escalar posiciones durante la segunda mitad de la temporada. Golden State tuvo problemas para ejecutar con fluidez, especialmente porque Stephen Curry nunca encontró su lugar en el encuentro.
La estrella de los Warriors solo anotó tres puntos y terminó con un inusual 1 de 10 en tiros de campo. Aunque repartió siete asistencias en la primera mitad, su aporte ofensivo fue prácticamente nulo. Esa baja producción, combinada con el buen trabajo colectivo de los Rockets, fue clave para que el equipo local tomara control del juego.
Además, Houston supo responder a la presión con actitud. Alperen Sengun dominó en la pintura con 19 puntos y 14 rebotes, mientras que Dillon Brooks apareció con 24 unidades en una noche donde los Rockets necesitaban de su agresividad. La presencia física del equipo se notó en ambos costados de la cancha.
El Momento Clave Llegó Con Polémica
El partido se mantuvo parejo durante gran parte del primer tiempo, pero el tercer cuarto trajo un giro emocional que cambió el ritmo del encuentro. Draymond Green, que suele ser el termómetro emocional de los Warriors, cometió una falta flagrante tipo 1 tras golpear a Sengun en una acción que dejó una imagen fuerte por el movimiento de cuello que provocó.
La jugada desató la frustración en los visitantes y, aunque Green se mantuvo en el partido, el golpe anímico fue notorio. A partir de ese momento, Houston aprovechó para aumentar la ventaja y Golden State no logró reaccionar del todo.
Buddy Hield y Brandin Podziemski intentaron cargar con la ofensiva de los de San Francisco, pero la ausencia de un Curry inspirado fue demasiado peso para un equipo que había funcionado con mucha química en sus anteriores juegos. La defensa de Houston se cerró y no dio oportunidades fáciles.
Jóvenes Que Responden Y Un Equipo Con Rumbo
Uno de los factores más destacados del triunfo de Houston fue el aporte de sus jóvenes talentos. Jalen Green terminó con 21 puntos y mantuvo constante presión desde el perímetro. Jabari Smith Jr., quien jugó con molestias en el tobillo, salió desde el banquillo y anotó 16 puntos en momentos donde el equipo necesitaba alternativas.
Este tipo de actuaciones habla del crecimiento del grupo. Ya no es solo Sengun quien marca el camino. La plantilla tiene equilibrio, roles claros y jugadores que entienden cuándo deben dar un paso adelante. Ime Udoka ha construido un conjunto sólido, capaz de defender bien y ejecutar con calma en ataque.
El equipo también se quitó un peso histórico de encima. No ganaban en la casa de los Warriors desde 2020, por lo que esta victoria tuvo un valor simbólico. Romper esa racha justo antes del inicio de los playoffs demuestra el carácter que ha desarrollado este grupo en los últimos meses.
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Golden State Queda en Alerta
Para los Warriors, la derrota llega en un momento delicado. Aunque venían de una gran racha que los metió de lleno en la pelea por evitar el play-in, esta caída los obliga a no aflojar en los últimos partidos. A falta de tres juegos, cada resultado puede cambiar el panorama por completo en la clasificación del Oeste.
Más allá de la derrota, lo que más preocupa es el rendimiento de Curry. Su baja producción no es común y, aunque se espera que recupere su nivel rápidamente, el equipo necesita encontrar otras vías de anotación cuando su estrella no está fina.
Golden State aún tiene margen para cerrar bien la temporada, pero la visita de Houston mostró que no hay rivales cómodos y que cualquier bache puede costar caro. Los playoffs están cerca y todos los equipos están afinando detalles. Los Rockets lo hicieron con una victoria que los refuerza, mientras los Warriors tendrán que reponerse para seguir en la pelea.
