El Domingo, los Mavericks de Dallas se enfrentaron a un destino incierto en Cleveland, en lo que fue su primer partido de NBA sin Luka Doncic, quien fue traspasado a los Lakers de Los Angeles en una operación histórica que dejó al equipo desorientado. A pesar de contar con varias ausencias debido a lesiones y descansos, el equipo de Dallas sufrió una paliza monumental ante los Cavaliers de Cleveland, que les derrotaron por 144-101, sumando un nuevo golpe para unos Mavericks que se encuentran en plena reestructuración.
El Impacto Del Traspaso de Doncic
El ambiente dentro de los Mavericks era palpable: caras largas, cansancio mental y un equipo completamente desbordado. La noticia del traspaso de Luka Doncic a los Lakers, junto con los cambios adicionales que incluyeron a Maxi Kleber y Markieff Morris, dejó a la plantilla de Dallas sin su figura clave, quien había sido el alma del equipo durante años.
El impacto no solo fue táctico, sino también emocional. Doncic, a pesar de las dificultades de la temporada, sigue siendo uno de los jugadores más importantes de la NBA, y su ausencia se notó de manera inmediata.
El equipo, con la esperanza de una posible remontada, se presentó en Cleveland sin figuras clave como Kyrie Irving, PJ Washington, Daniel Gafford y Dereck Lively. Esto significó que Dallas enfrentó a los Cavaliers con un equipo que no estaba en su mejor forma, sin la presencia de sus jugadores más destacados, y en un contexto de incertidumbre absoluta.
El Poderío de Los Cavaliers
Por otro lado, los Cavaliers de Cleveland llegaron al partido con una formación completa, liderada por estrellas como Sam Merrill, quien anotó 27 puntos, y Evan Mobley, quien contribuyó con 22 puntos y 11 rebotes. El equipo local mostró su supremacía desde el primer cuarto, dominando a los Mavericks por un aplastante 50-19. Al descanso, Cleveland ya había alcanzado una ventaja de 91-46, y en la segunda mitad no hubo señales de que Dallas pudiera revertir la situación.
Los Cavaliers, que hasta ese momento habían alcanzado 40 victorias en la temporada, demostraron un increíble dominio del perímetro, con un impresionante 57,8% en triples, anotando 26 de 45 intentos. A diferencia de Dallas, que luchó por acertar en sus tiros de campo, fallando 34 de sus 43 intentos desde la línea de tres puntos (20,9%), los Cavaliers mostraron una eficiencia casi perfecta en ambos extremos de la cancha.
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Una Paliza Sin Respuestas
Los Mavericks, por su parte, lucharon para encontrar un ritmo en la cancha, pero la diferencia de calidad y energía fue evidente. Jaden Hardy, quien fue el máximo anotador de Dallas con 21 puntos, no pudo hacer frente al imparable ataque de los Cavaliers. El marcador final de 144-101 reflejó la desconexión y la impotencia de los Mavericks frente a un rival que no dio tregua.
La derrota dejó en evidencia no solo la falta de profundidad del equipo sin Doncic, sino también la desestabilización emocional tras el traspaso. Con los Lakers recibiendo a Doncic, los Mavericks tienen ahora que adaptarse a una nueva identidad, con la esperanza de que las incorporaciones de Anthony Davis y Max Christie puedan traer una nueva energía al equipo. Sin embargo, la situación actual parece ser incierta, y será necesario un proceso largo para que el equipo recupere su nivel de competitividad.
Este partido en Cleveland representó no solo una derrota dolorosa, sino también un claro indicador de que los Mavericks necesitarán tiempo y ajustes significativos para encontrar su rumbo en la temporada. Con una conferencia Oeste muy competitiva, el futuro inmediato de Dallas se ve complicado, y la sombra de Luka Doncic seguirá siendo una presencia difícil de olvidar.