Los Warriors de Golden State lograron una victoria sólida de 124-106 sobre los Pelicans de Nueva Orleans, a pesar de no contar con Steph Curry y Andrew Wiggins debido a una lesión. Su triunfo fue una historia de dos mitades: un primer cuarto difícil seguido de una recuperación impresionante liderada por jugadores que sorprendieron.
Un Inicio Complicado y una Recuperación Impresionante
Al principio, los Warriors enfrentaron dificultades, quedando atrás por 17 puntos y terminando el primer cuarto con un marcador de 31-14. La falta de comunicación defensiva y combinaciones de jugadores inusuales permitieron que Nueva Orleans tomara ventaja rápidamente, con una racha de 13-0 que resaltó la falta de organización del equipo.
Sin embargo, el equipo se reagrupó rápidamente, ajustando su defensa y encontrando un ritmo ofensivo que mantendría hasta el final del partido.
Buddy Hield se destacó como la estrella del juego, sumando 28 puntos y acertando siete tiros de tres. Su rendimiento, especialmente en la segunda mitad, fue clave para la remontada de los Warriors. Anotó 19 puntos solo en el segundo cuarto y encestó seis triples consecutivos después del descanso.
Su impulso pareció fortalecerse tras una breve conversación durante el medio tiempo con el extirador de la NBA Reggie Miller, quien luego mencionó el impacto positivo de la charla, aunque no reveló detalles específicos. Lo que sea que conversaron evidentemente levantó la confianza de Hield, quien jugó con precisión en la segunda mitad.
Este juego se suma al ya impresionante récord de Hield esta temporada, con un 20 de 36 en tiros de tres puntos.
Contribuciones Clave desde el Banquillo: Waters, Kuminga y Podziemski
Supliendo a Curry como base titular, Brandin Podziemski contribuyó tanto en ofensiva como en defensa, sumando 19 puntos, cinco asistencias y momentos destacados en defensa con múltiples desvíos, dos bloqueos y un robo.
Su energía en todos los aspectos del juego reflejó el enfoque estratégico defensivo de los Warriors, basado en esfuerzo e intensidad. Jonathan Kuminga, saliendo desde el banquillo, aportó su propia chispa, con 17 puntos y tres asistencias.
Uno de sus momentos memorables ocurrió cuando preparó a Trayce Jackson-Davis para una potente clavada, energizando a sus compañeros y ayudando a borrar el déficit inicial.
Lindy Waters III sorprendió con una actuación completa, anotando 21 puntos y asegurando nueve rebotes, además de cuatro asistencias, un bloqueo y un robo. Waters lideró a todos los jugadores en el indicador plus/minus con un +26, subrayando su influencia en la cancha.
Su trabajo defensivo incluyó capturar un rebote crucial tras un fallo desde la esquina, manteniendo la posesión para los Warriors en un momento decisivo. Mientras tanto, Draymond Green enfrentó una asignación defensiva directa contra Zion Williamson, quien aún así logró 31 puntos.
Pero la intensa defensa de Green forzó a Williamson a cometer siete pérdidas, incluyendo tres faltas ofensivas, dos de las cuales Green provocó personalmente. Una falta contra Williamson fue anulada luego de que el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, impulsado por Green, solicitara una revisión exitosa.
En la ofensiva, Green añadió siete asistencias y encestó un triple clave que frenó una racha de seis puntos de los Pelicans, ayudando a los Warriors a acercarse antes del medio tiempo.
Golden State Se Enciende En El Tercer Cuarto
El tercer cuarto vio a los Warriors encender su ofensiva, anotando 40 puntos mientras Hield continuaba con su impulso anotador y sumaba otros 13 puntos en el cuarto final. Su precisión permitió a Golden State despegarse, y con una cómoda ventaja, Kerr dio descanso a los titulares faltando menos de tres minutos.
Los ajustes estratégicos de Kerr en la alineación, que incluyeron mover a Brandin Podziemski y Moses Moody al equipo titular y a Kuminga al banquillo, inicialmente generaron algo de confusión en la cancha, lo que se reflejó en las dificultades del primer cuarto.
A medida que avanzó el partido, estos cambios en la alineación brindaron la chispa necesaria para asegurar la victoria.
Por el lado de los Pelicans, Zion Williamson y Brandon Ingram combinaron 61 puntos con un eficiente 24 de 36 en tiros. A pesar de su destreza anotadora, el dúo solo logró cinco asistencias, resaltando el contraste con el juego más equilibrado de los Warriors, que resultó en una ventaja de 34-22 en asistencias.
Para Golden State, Kyle Anderson ejemplificó la filosofía de “siguiente hombre en pie”, impactando el juego a pesar de sus dificultades ofensivas. Con un 0 de 9 en tiros, incluyendo un 0 de 6 en triples, Anderson aún logró cinco robos, usando su estilo defensivo único para interrumpir el ritmo de los Pelicans.
Conocido como “Slow Mo” por su enfoque deliberado, la tenacidad defensiva de Anderson contribuyó a su plus/minus de +9, demostrando su valor más allá de los puntos.
Los problemas de precisión de los Warriors al principio—con un 6 de 23 en tiros de tres puntos en la primera mitad—mejoraron considerablemente al encontrar su ritmo. En el tercer cuarto, acertaron seis de sus primeros siete intentos de tres, impulsados por la precisión de Hield.
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Desempeño de Buddy Hield
Observadores notaron la efectividad particular de Hield saliendo del banquillo, respaldando su candidatura al premio al Sexto Hombre del Año. Posicionado cerca de la mesa de los anunciadores, Reggie Miller fue testigo de primera mano de la explosiva actuación de Hield, quien mostró entusiasmo visible y se relacionó con la mesa de los comentaristas después de cada canasta clave.
Kevon Looney fue fundamental en los rebotes, asegurando nueve, muchos de ellos en situaciones disputadas, lo que reforzó los esfuerzos defensivos y de transición de Golden State. Esta victoria prepara el escenario para un rápido enfrentamiento entre los Warriors y los Pelicans.
Con la posibilidad de que Zion Williamson enfrente una restricción de minutos en el próximo juego, los ajustes de los Pelicans estarán bajo la lupa mientras buscan responder.
En última instancia, la capacidad de Golden State para superar la adversidad, recuperarse de un déficit inicial y contar con contribuciones de todo el equipo ejemplificó su lema de “Strength in Numbers”, con cada jugador aportando en ausencia de Curry y Wiggins para asegurar la victoria.
